Todo doy, y nada espero;
sola estoy, y así me quedo;
sola en la eternidad, sola en el miedo;
sin dejar que se quiebre en mi el silencio.
Ayer te di mi amor, mis besos;
mis manos, mi locura y parte de mi cielo;
pero no esperes nunca, de mi los arpegios,
de la canción que solo arrulla lamentos.
Y me diste tu piel y tu abrigo;
y algo de luz, para alumbrar mi camino;
pero mis pasos se alejaron sombríos,
de tu casa, por la senda marcada de frío.
Pero todo doy, y nada espero,
a pesar de estar, ya vacía por dentro;
y mi pobre alma no halla consuelo,
porque en la espesa noche, perdí mi amuleto.
Sola estoy, y así lo prefiero;
porque no tengo mas amor para dar de vuelto;
porque perdí mis pisadas buscando el sendero,
que me lleve a encontrar por fin otro cielo.
Y si me preguntas, como he llegado a este punto,
solo te diré, que fuiste tu mi amuleto;
el que perdí en la inmensa noche de invierno;
el que me dió todo, incluso el silencio.
Silencio sombrío, silencio del espeso;
pisadas perdidas, marcadas por el miedo;
caricias que marcan al piel, hasta hacerse dolor;
eso me diste, y ahora te devuelvo yo.
Y sola estoy , y aquí me quedo;
te regreso los pocos recuerdos con el viento;
el mismo que nos unió, y que fué testigo;
de tu ausencia, mi locura y de este final no querido.
2 comentarios:
Muy bello y muy romántico.
Gracias por tu visita.
Margarita Blanco
Sueño y poesía
La angustia latente por el olvido que transforma todo en soledad.
Bellas letras!
Fer!!!
que tengas un hermoso fin de semana!!!
Besos
Federic
(ya volverè)
Muchas gracias!!!
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