martes, 22 de abril de 2008

A mi Alma

Por alguna razón que aún no comprendo,

usas mis manos, mi voz y mi cerebro,

para hablar de tus mares y de tus tormentos,

y dejar a salvo, tu luz y tus secretos.


Por motivos que aún revelar no puedo,

esgrimes esta pluma, plasmando tus versos;

aprovechándote de éste corazón tierno,

que aún busca razones para seguir latiendo.


Y diriges esta mano, según tu deseo,

salpicando las hojas de un viejo cuaderno,

y esparciendo ideas, sobre sus renglones negros,

tratando de llenar, con palabras tu cielo.


Por razones que no comprendo,

dejo que dirijas mi mano y mi cerebro;

y le doy entrada a tus mares de tormentos,

guardando aquí adentro tu luz y tus secretos.


Por motivos que revelar no puedo,

me paso el tiempo plasmando tus versos;

pintando con colores tu pálido cielo,

y buscando razones, para seguir en ti creyendo.


Pero, dimes cómo haces para mantener enamorado,

a éste corazón, que solo cree en milagros;

cual Psiquis que espera por su fiel amado,

espero cada noche, que hables por mis manos.


Por razones que no comprendo,

tu llegas y mi corazón callo;

para poder escuchar tranquila tu canto,

y salpicarme de tus mares y tus cielos estrellados.


Por motivos que revelar no puedo,

me encuentro encallada en tus playas de tormentos;

y trato de callarte, de cerrar tu puerto,

de dejarte lejos de éste corazón enfermo.


Pero sigo cada noche por ti latiendo,

llenando cada hoja de este cuaderno viejo;

buscando matices en tu tenue cielo,

y escribiendo sobre tus mares y tus lamentos.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Bello,hermoso...no sé qué decirte; este tampoco te lo conocía y pienso que tu musa inspiradora tiene muchísimo nivel espiritual, un beso