En un pequeño punto azul, ubicado en un borde de unos de los brazos
de una de las miles de galaxias que pueblan el universo. A una
distancia tal de un sol algo avejentado, rodeado de un sistema de
planetas y satélites; que por azar ó por designio de algún ser
superior, luego de millones de años, se dieron las condiciones para
que apareciera la vida. Y de una simple célula, todo se complico;
algo salio mal, ó no; y las modificaciones se diversificaron.
Algunas, echaron raíces y elevaron sus brazos al cielo, como
pidiendo una explicación ó dando las gracias. Otras, fueron más
inquietas; algunas, tal vez por falta de confianza, reptaron; a
algunas les gusto más nadar; otras más valientes, caminaron en dos
ó cuatros patas; y las más intrépidas, volaron. Pero algo volvió
a salir mal; de las que caminaban en dos patas, algunas empezaron a
creerse superiores a otras; pensaron que estaban ahí para dominar,
porque...no se por qué; pero en algún momento, estos animales
bípedos, se creyeron con mas poder que los otros, y lo hicieron
saber. Y en su afán de cazar, en su sed de sangre, exterminaron
razas enteras de otros animales. Alguien me dijo una vez que, el
hombre evolucionó de un mono que descendió de los arboles con un
garrote; bueno, eso explicaría varias cosas, aunque no justificaría
ninguna.
Siempre me asombró, que el ser humano, creyéndose superior a los
otros animales; sea capaz de llevar a cabo tantas bajezas. Desde
que se separo del equilibrio natural, para auto-definirse como, el
ser elegido por otro superior, para dominar las otras especies; ha
hecho estragos. Ha arrasado y demolido ciudades enteras, por
ambición y sed de venganza. Ha matado, torturado, en nombre de la
libertad, de la religión, del bien de un pueblo. Ha dejado morir a
su propio pueblo bajo la excusa de, que si demostraban que sabían lo
que el enemigo tenía preparado, sus secretos de estados e
informantes hubiesen sido descubiertos y el estado esta por encima
del propio pueblo que, en realidad, le da forma, y que este estado
debería cuidar. Ha dado muerte a sus propios padres, a sus hijos, ó
los ha dejado abandonados a su suerte ó desgracia. Tanta
superioridad me agobia.
En los últimos 100 años, incluso ha logrado tal modificación en su
habitad que, ha hecho inhabitable una parte de su propia tierra. Ha
logrado crear desiertos donde antes había selvas, ha logrado que el
agua inunde campos enteros, ha contaminado el suelo y el agua
provocando mas muerte, y hasta ha modificado el clima haciéndolo mas
cálido; ha modificado el equilibrio entero de su planeta, por el
simple hecho de buscar su propio y único equilibrio interno.
En el último siglo, el hombre ha desvastado y contaminado su
planeta, como si toda esta Tierra le perteneciera solo a nuestra
generación. La Tierra tiene mecanismos de auto-regeneración, pero
pasados ciertos umbrales, es incapaz de regenerarse, y el cambio
producido como consecuencia, es irreversible. El mundo esta dividido
politícamente, pero ecológicamente esta unido; no existe un solo
hilo entre paises, y sobre todo, entre las especies, que no este
interconectado; y el mas ligero cambio puede hacer tambalear toda
nuestra existencia; entonces la pregunta es, ¿qué elejiremos, la
busqueda de un equilibrio individual a corto plazo, ó un equilibrio
ecológico global a largo plazo?
Hemos explorado el espacio cercano, y no hemos encontrado otro lugar
a donde ir, ni mucho menos tan bello; ¿seremos capaces de arruinar
este lugar único, que es el único que tenemos para sobrevivir, por
la simple incapacidad de pensar en los demás?
De todos los círculos de mi dantesco paisaje, éste, es el que menos
entiendo; si bien reconozco que soy parte de esa fobia colectiva que
nos impulsa a modificar nuestro ambiente, y si bien me gustaría
estar afuera de esa gran masa; tal vez como consuelo o para
auto-justificarme, me digo, que he nacido terrestre, humana, y que en
mi debilidad, aunque quiera separarme de la masa, soy parte de ella.
Tengo errores y bajezas por ser justamente humana, el animal
superior, ese al cual Dios le dijo: “te he creado para dominar y
proteger a los otros animales”; pero en nuestro orgullo, nos hemos
dejado seducir por la palabra “dominar”, y hemos olvidado la
palabra “proteger”. Fue tal el grado de seducción que nos
produjo la palabra “dominar”, que hoy hasta hay quienes que,
creyéndose Dios, juegan con los demás seres vivos modificando la
genética, creando súper razas.
Sinceramente, me se parte de la masa, aunque me gustaría estar fuera
de ella, porque no la entiendo, y cada vez que intento hacerlo, me
confundo más. Entonces me miro al espejo, pero sí, si soy yo;
¿cómo diántres caí aquí?, ¿qué malvada mano me puso en este
punto azul aislado en el sistema planetario?; que el planeta es
bonito y lleno de maravillas no lo pongo en duda, pero, ¿por qué
ponerme en una red tan complicada?, ¿es que no hay otra, con tantos
soles y planetas pululando por el universo?; ¿por qué a mi, por
qué aquí?; ¿para qué, qué debo hacer yo en esta vida y por qué
debo hacerlo?. Creo que estas preguntas nos las hacemos todos en
algún momento de nuestra vida, aunque, no recibimos las respuestas,
al menos, en vida.
Este es mi primer circulo, la capa mas externa de mi existencia; el
más amplio y complicado, el que tal vez, también tenga el mayor
numero de puentes endebles y delgados que existen, y algunos de los
cuales, llevan al centro mismo de mi universo, aunque algunos de
estos puentes están clausurado, bloqueados, incluso para mi.
Sí señor/a turista, soy una terrestre, una hembra perteneciente al
género animal, de la especie humana; mientras escribo estas líneas,
acabo de pasar los 39 años y me dirijo irremediablemente hacia los
40. Soy soltera, aunque no estoy sola, pero tampoco con nadie; soy
un alma libre que, según algunos, aún no ha encontrado a su mitad;
según otros, no se buscar bien. Lo que si les digo, es que esta
guía ha buscado, pero ó se ha equivocado al elegir, ó no ha sabido
mantener, ó simplemente, aún no ha aparecido ese ser que tanto
espera; ó...tal vez, sea una mezcla de todo, y entre nosotros, en
secreto, me inclino más por esta última opción. Acabo de darme
cuenta que, he escrito: “soy un alma libre”; como si por el
hecho de estar con alguién, hiciera que nuestra alma perdiera su
libertad. Pero seamos sinceros querido lector, ¿cuántas veces nos
hemos sentido prisioneros en una relación?, con lo que a mi respeta,
y porque me considero afortunada en ese sentido, solo un par de
veces, aunque algunas duraron mucho tiempo.
Pero, como buen descendiente del mono, me estoy yendo por las ramas.
Aún no he explicado el dónde y cuándo caí, y le advierto que
muchas veces siento que en mi caída, algo falló con mi paracaídas,
digo, por el golpe que ha sido, es y será, seguir siendo parte de
esta capa externa. Aún no he descripto este primer circulo, que
aunque maravilloso y amplio al recorrerlo, me trae dolores de cabeza
al intentar comprenderlo. Intentare no perdernos, otra vez, mientras
lo recorremos.
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